lunes, 30 de julio de 2007

A punto

La masa es algo denso. Duro, maneable, moldeable, horneable. Depende del criterio ajeno dilucidar cuál es su mejor punto. O sea, la masa, es fácil.
Cuando Gustavo Cerati sacó su primer disco en el año 1993, "Amor Amarillo", se despegaba de su banda masiva (Soda Stereo), de su estilo tan conocido y hasta influyente para otra bandas. Se desligaba un poco del bollo. Ese primer disco solista es una de las mejores óperas primas del rock nacional. Con constante remisiones a Spinetta, de hecho, hace un cover envidiable del tema "Bajan" de la fascinante producción de Pescado Rabioso, "Artaud". En ese álbum Gustavo, le dedica un tema a su hija, "Lisa" (lo escribió cuando ni siquiera se había concebido) y en esa canción de cuna dice: Lisa tiene un amor de ultra mar/Brilla en la oscuridad/Su sabor a la primera vez/Me hace volver aprender/Don, don, don, Don, don, don, /A respirar. También se desprende de Amor... el tema "Pulsar", Te llevo para que me lleves y el homónimo del título de la placa que es una perfecta descripción del placer sexual.
Con ese bagaje, edita su segundo disco, ya luego de la separación de Soda Stero en el año 1997: "Bocanada". No hay mucho que describir de aquella producción. Basta con decir que fue uno de los hitos de la música pop argentina, fusionando jazz con electrónica, instrumentos de cuerdas ("Verbo Carne" cuenta con la participación de la Sinfónica de Londres) y rodeado de un clima de seducción que se resume perfectamente en el tema "Bocanada". Joyas como "Paseo Inmoral", "Raíz" y el hit "Puente" hacen que Cerati salga a escena como un intérprete deslumbrante con altas capacidades vocales, compositivas y musicales.
Luego, en el año 2002, saca "Siempre Es Hoy." Es una incógnita realmente por qué la crítica "especializada" no le dio a este disco el reconocimiento que debería poseer. Es un disco original, con un alto nivel de buen gusto, hermosísima poesía, plagado de narración y poética. Pero lo más interesante es que lo mismo que pasó con el criterio de los especialistas, sucedió con el público. Cerati presentó ese álbum en un Luna Park semi lleno. Lo mismo sucedió con el original "Once Episodios Sinfónicos", en donde por más de que sí es un poco pretensioso, la producción es más que destacable e impecable y las interpretaciones y arreglos de la mano de Cerati y el director de la orquesta, hacen que cada reversión de los temas de su autoría suenen como nuevos.
El ex Soda necesitaba una reconciliación son su público primario. Le reclamaban que nunca había hecho nada del estilo de Soda a pesar de ser casi su principal motor. Bocanada tuvo mucho reconocimiento pero jamás significó una reivindicación de su relación con ese público. Finalmente, el último disco de Cerati "Ahí Vamos" (masivo desde su título) logró romper el vidrio por el que se veían el músico y sus seguidores pero por el que no podían tocarse. Allí están sus premios a granel, sus "5 Estadio Obra" a pleno, sus críticos complacidos, sin embargo, pasó desparecibido cuando Gustavo dijo: "Éste no es mi mejor disco". A nadie pareció importarle, y ahora, a Gustavo, antes de reunirse con todo su público en su lugar de líder de Soda nuevamente, todos lo vuelven a querer... Casi como si lo hubiese planeado.

1 comentario:

La niña santa dijo...

"Ella durmió al calor de las masas, y yo desperté queriendo soñarla..."
Se acabó el cuento de la bella durmiente para Gustavo, está en su mejor momento y los River de Octubre y Noviembre son su merecido abrazo colectivo, ese que siempre se le negó por ser de Belgrano. Me parece fantástico pero ¿hace falta que sea de la mano de Soda Stereo?
¿Cuántas pruebas tienen que pasar para que le entreguen el boletín con muy bien diez?
Gustavo tiene eso de mirar por arriba del hombro y poner cara de oler mierda, pero la música es otra cosa. Igual la masa no hace al pueblo y de sobra se sabe que Cerati no es nada popular.