lunes, 8 de diciembre de 2008

Adiós al Padrino



La alegría siempre es retraíble, el dolor, no. El dolor lo sepultamos una vez que superamos el duelo. Y lo que queda, son los buenos momentos. No sé si esto es bueno o no. Pero necesito sacarme el dolor de adentro. Por eso, pospongo la publicación del repaso del show de Madonna para escribirle a uno de los seres más queridos y, seguro, uno de los más especiales de mi vida. Luca. Mi gato Luca, que hoy, se puso a dormir.

No puedo parar de llorarlo. Así como en su momento no pude parar de llorar a sus dos hermanos, Tobías y Maia. Los tres fueron los únicos de los 10 gatos que mi madre entró a mi casa que llegué a sentir como realmente míos desde su entrada a nuestro hogar. Será porque desde que eran bebés me encargué de ellos. Distinto es ahora con mi hermosa Blanca, quien se apoderó de mí.
Además, hay todo un contexto que hace que la muerte de Luca mueva, muy seguramente, otras capas que comenzaron a pelarse de mi cascarón este año. Año duro y lleno de peripecias. A su vez, año lleno de confirmaciones positivas y buenos augurios. Año contradictorio si los hay. Un año muy humano.
Pero Luca ya estaba grande. No era joven como Tobías, ni bebé como Maia, que por un accidente vivió sólo un año y medio. Luca vivió a lo grande. Su vida fue una fiesta. Y, sin dudas, fue el gato más generoso y pacífico de la Tierra. Capaz de sacarle el prejuicio sobre los gatos a un mínimo de tres personas (comprobado empíricamente) que el día de hoy, aman a estos maravillosos animales.
Recuerdo toda mi vida con él. Desde mis trece años, Luca estuvo ahí ¿Será casualidad que entró a mi vida en esa dura etapa que es la adolescencia y se fue este año en el que me vi tan adulta? No lo sé. Sólo él y yo conocemos el vínculo que nos unía. Fue capaz de unir a la familia, de calmar a muchas fieras y de seducir con una panza de 4 kilos (eso pensaba sólo su panza). Recuerdo todos sus apodos, todas las canciones que le regalé, las piruetas que aprendimos juntos cuando su físico se lo permitió. Recuerdo a Luca. Su nombre fue una mezcla de Luca Prodan y la canción de Suzzane Vega.
Siempre que un gato luzca su panza sentándose como ser humano, voy a verlo a Luca. Y en cualquier mirada azul de gato siamés voy a ver sus ojos melocotón, acompañados por panza de chocolate y orejas de dulce de leche.

You were my lesson I had to learn
I was your fortress
Ther's nothing left to lose
There's no more heart to bruise
There's no greater power
than the power of good bye


The Power Of Good Bye - Madonna

3 comentarios:

Piroverbo dijo...

Muy lindo.
Un beso

La niña santa dijo...

Hola Mer!! Sé muy bien qué se siente en estos momentos. Y sé muy bien qué se siente este año también, año tan humano, como bien lo definiste. Porque a mí también se me murió una gata eterna, que recorrió toda mi vida: niñez-adolescencia-y esta cuasi madurez que estamos transitando las dos, que tenemos la misma edad y compartimos tan bien nuestro interior.
Quedate muy tranquila que Luca está donde tiene que estar, que no sabemos dónde es ni nos importa. Guido (el perro más humano del mundo) se fue en condiciones similares, y por más egoísta que me puse llorando mi dolor por esa experiencia tan triste, siempre hubo en mí el sentido solidario que me hizo pensar que él está mejor ahora.
Te mando un beso enorme enorme para que puedas seguir acariciando la panza de Luca en la almohada, por las noches.

Unknown dijo...

Palabras vacías

Hablando de animales no existe palabra inventada por nosotros que realmente refleje el amor y el dolor que se puede sentir por ellos.
Son seres que en su paso por nuestras vidas nos dejan ver lo que es el amor verdadero. Es una frase hecha pero muy cierta, el que tenemos que aprender de ellos.
Mer, lamento tu perdida, lamento que ese gato gordo rellenito de dulzura ya no esté sumando su peso en este planeta. Pero al menos es bueno saber que existió y que pudiste disfrutarlo y el disfrutarte, que se conectaron y completaron uno la vida del otro.

En cuanto a los cambios, es así, por mas que pensemos que la vida es lineal o al menos tengamos esa sensacion, o querramos llegar a un punto de "equilibrio" la verdad es que es muy compleja y está en constante movimiento. Y eso es lo que la hace tan exquisita y a veces desesperante. Y es lógico que cuando alguien se va de esta vida tan cambiante comiencen las reflexiones y se altere todo el esquema. Porque ese alguien tenia su lugar y su participacion.

Sabes que te quiero mucho rulito! Estoy contigo en lo que necesites.
Besote!