lunes, 14 de julio de 2008

Wall-E


Ya he hablado de la involución humana en este espacio. Esta vez voy a hacerlo con otro tono. Con el tono que me sugirió una de las películas más magníficas que he visto en los últimos 5 años: WALL-E.
Hay muchos fatores que hacen de este largometraje animado de PIXAR la joya que es: una joya entre la basura. Entre tantas basuras que pasan en los medios y entre la basura que el protagonista debe recolectar. El corto que se exhibe antes del comienzo del film también es una exhimia muestra de las obras de PIXAR.
Evitaré contar la historia porque si empiezo con esa lógica la cuento entera. Sin embargo sí quiero destacar lo que hace que esta película sea, de la mano de Buscando a Nemo y Toy Story, la que encabeza la lista en cuanto a los valores puestos en juego a nivel guión e imágenes.
Primero que nada: WALL-E. Una mezcla entre Cortocircuito y E.T: Los ojos de WALL-E son dueños de una ternura que compiten sólo con los ojos del extraterrestre. Es muy interesante ver como a pesar de ser un Robot, WALL-E se encuentra totalmente humanizado (a pesar de no hablar). De hecho, es lo más "humano" de la película. No así su compañera, EVE, que viene a la Tierra desde la plataforma que se encuentra en el espacio albergando a la gente que sobrevive en ella hace 700 años, dado a que la Tierra ya no puede conservar vida. De todas maneras, con el correr de la película, EVE también se teñirá de comportamientos humanos. Las costumbres del robot portagonista y hasta su relación con su mascota, la cucaracha, son dignas de cualquier persona. Sobretodo cuando se levanta a la mañana y no da pie con bola (cualquier semejanza con la autora de esta nota es pura casualidad).
Otra observación es el contexto que rodea a WALL-E. Está solo en alguna gran ciudad como podría ser Nueva York, en donde se acumulan rascacielos de cemento y de basura. Él se encarga de juntar la basura, todo el tiempo. Como cumpliendo con un horario, como cumpliendo con alguien. Cuando "accidentalmente" llega a la plataforma que se encuentra en el espacio, vuelve a tener contacto con los humanos y con muchísimso más robots. Pero estos humanos son muy distintos a los que él ve bailar en sus VHS. Son obesos ya que, por el abuso de las tecnología y del consumo, los sobrevivientes de la Tierra, se dedican a "andar" por los pasillos de la nave sobre sillas aéreas que los mantiene conectados vistualmente con gente a través de un a pantallita que se les pone delante de los ojos. Como una especie de placebo, para que no pasen por el trauma de dejar su vida normal. Desde ya que nosotros vemos a esa sociedad 700 años después de haber llegado al espacio. Todos los que hayan leido "Un mundo feliz" de Aldous Huxley van a conectar inmediatamente la situación con las descriptas en aquella obra.
Pero en el caso de esa sociedad ahogada por el consumo y el confort hasta el nivel de la alienación, en cuanto aparece WALL-E y se da la posibilidad de volver a la Tierra (aunque no sepan bien qué es lo que pasó, por lo que todos están allí y no se lo pregunten) se arriesgan. Tal vez ahí haya un defecto en la película. Sin ningún conflicto todos vuelven a la Tierra, dejando todo ese confort. Pero no es un defecto. Es un llamado a la utopía. El Coronel encargado de la plataforma espacial comienza a averiguar lo que se supone que hay en la Tierra y queda maravillado, en cuanto ve lo que quedó de ella no puede más que sentir la necesidad de hacer algo al respecto. Y así es como esa necesidad lo invade y sale de su silla, sin casi fuerza en sus músculos. Pero no le importa. Algo lo guía a volver a la tierra. Y WALL-E es la llave para que esa esperanza se abra una vez más.

1 comentario:

La niña santa dijo...

Creo que voy a ir a verla y será la primera vez que veo una película animada por computadora. No entro fácilmente en esta clase de registro, yo necesito personas, sensaciones, historias de vida, dolor y alegría encarnados en un cuerpo!
Por un lado leí que Wall-E era una magnífica crítica al capitalismo, a las consecuencias de vivir la vorágine en la que vivimos... Raro que una empreza como Pixar, que se vendió a Disney en 7100 millones de dólares, sea la encargada de formular tal crítica, no? Eso es algo que alguien me ayudó a pensar, y no hace más que darme otro argumento para mi postura reaccionaria contra estas películas. Por eso me extraña que sea la mejor que hayas visto en 5 años... pero bueno. También por ese mismo alguien voy a ir a verla la semana que viene, aunque sé que mi mirada va a estar predispuesta a ver una poquito más allá.