viernes, 23 de mayo de 2008

La Belleza

Blanca, mi gata láctea

miércoles, 21 de mayo de 2008

Belleza, inconmensurable belleza.

Belleza es lo que lo bello nos inspira belleza. Es que no podemos explicar la belleza si no es en sí misma. Porque la belleza no es universal. Es, en algún punto, subjetiva (no por siempre), circunstancial, de época, y hasta me atrevo a decir, correlativa a la fealdad.
La belleza es lo opuesto a construir belleza. Algo bello no es algo que muestre el sudor y lágrimas de su creación o su estado en bruto. Lo bello siempre es un producto terminado. Siempre borrando las huellas de sus condiciones de posibilidad. El no ser bello.
Lo primero que se cruza en la mente cuando se habla de belleza es un valor estético visual. Alguna pintura, alguna persona, algún paisaje. Pero lo bello también es lo intangible. Lo bello también es un sentimiento, una sensación creada por estímulos que no se componen por una creación sólo artística y sólo visual. Lo bello también se oye o se lee, se vive día a día. Es lo que nosotros comprendemos como bello y eso lo relacionamos con la belleza. Lo estético puesto al servicio de la valoración propia o ajena. Siempre en relación a un parámetro, pero nunca muere. No es cuestión, con esto, de creer que porque algo fue hermoso en su momento hoy no pueda serlo. La Venus de Milo o la de Botticelli, nunca pueden perder su belleza, o "El Lado Oscuro De La Luna". Más allá de que para alguien sea algo que le guste o no (la belleza no tiene porqué referirse al gusto subjetivo, si no a una cuestión afectiva) destilan belleza, porque destilan sentimiento, destilan expresión. Expresión de belleza, expresión de melancolía, expresión de fuerza, miedo. A alguien, siempre le va a inspirar eso. Desde ya que en un contexto histórico y "artístico". Y cuando me refiero a lo artísitco lo hago refiriéndome a lo estético. Hallar lo bello en cosas cotidianas. No sólo en una obra de arte. Y es por eso que hay tantas cosas hermosas en la Tierra. Hay tantas cosas hermosas como feas. Tal vez haya más cosas fea, pero en lo que a mí respecta, lo bello a veces se torna más insportable que lo feo. Porque lo feo molesta, lo podemos expulsar como solución a su desubicación en nuestro deseo. Pero lo bello, cuando nos satura nos envuelve y ya no podemos más dejarlo:
"A veces siento que hay tanta belleza en este mundo, que no creo poder soportarla" - American Beauty.

Bellezas Americanas




lunes, 12 de mayo de 2008

El que no está


El año que viene se cumplen 15 años de la muerte de Kurt Cobain. Es la muerte de una celebridad que más me cuesta digerir. Me sigue costando. Porque es una muerte forzada y predecible. Porque Kurt era demasiado lo contrario a este mundo. Kurt era demasiado poco de este mundo.
La voy a hacer corta, no voy a referirme a su sufrimiento en la infancia y todo lo que se busca para justificar su suicidio. Kurt se mató por su presente. Lo mató su presente. No pudo soportar entrar a la vorágine del éxito. Apenas al año de que el grunge de la mano de su banda, Nirvana pasase de ser la contra cultura musical a ser el estilo de rock que más influía en la música y hasta en la actitud de sus seguidores. Creo que, en definitiva, no logró concebir que la música también es una industria, produce en serie y quiere ser millones. Ser para los todos, no para los pocos. Como él. Tan de los pocos...
No es ningún descubrimiento lo que digo, mucho se ha visto de sus entrevistas. Muchas "confesiones" de él mismo de que ya no podía más. Y como su compañero, Dave Groll cuenta en una entrevista, el último año de su vida, sumido en una enorme depresión fue un prolongado preludio de su muerte. Y en ese contexto grabaron, probablemente uno de los shows en vivo, más hermosos, profundos e irrepteibles de la historia: Nirvana MTV Unplugged in New York. Creo que si hay alguna manera de que la música se vuelva irreproducible por otro grupo o en otra situación es en el contexto del acústico. Pero así, como el de Nirvana. Es una obra de arte. Su música llevada a la desnudez pura, la unicidad total. Muchas lecturas vinieron después de ese show, que se editara una vez que Kurt, el 8/4/1994, se quitara la vida en su casa de Seattle. El productor Scott Litt hace una perfecta alusión de esas lecturas. Cuenta que cuando tuvo que editar la última canción del concierto se encontraba en la sala de edición con los otros dos miembros de la banda, Kris Novoselick y Groll. Los tres sintieron que un fantasma se apoderaba de la situación. Los alaridos de Kurt cuando sube la tonalidad al final del tema, y en la filmación del concierto, todos podemos ser testigos de esa mirada... de esa última mirada por la cual me sigue recorriendo un escalofrío cada vez que lo veo. Dave Groll dijo: Si pudiera pedir que algo no pasara, sería que Kurt se haya ido. Quisiera que siguiera acá.

jueves, 8 de mayo de 2008

Eterno Recuerdo


¿Se puede dormir el recuerdo? ¿Hay algún momento en que se pone el gorrito que cuelga y se mete en una cama de neuronas? ¿Dónde está el recuerdo? Digo, porque según los psiquiatras el cerebro tiene distintas zonas. Lo que sí es fácil de descifrar (con ésto no digo que sea cierto) es que el recuerdo, se relaciona directamente con el goce. Goce malo o bueno, goce al fin. El mejor ejemplo es una de las películas más reales y humanas contadas de la manera más fantástica y surrealistas: "Eterno Resplandor De Una Mente Sin Recuerdos". No voy a hablar de la peli porque la última vez que la vi (la tercera) fue entre agosto y septiembre del pasado año y cada vez que la veo le encuentro tantos otros sentidos, significados, materializaciones, significantes. Merecería una nueva velada de DVD. De hecho el año pasado encuadré la historia, que no recordaba tan detalladamente, alrededor de ciertas premisas y coyunturas. Este año, fue otro el marco. Y ahí están las preguntas: ¿Desde dónde recordamos lo que recordamos? ¿Es el recuerdo un hecho o el recuerdo es una reconstrucción que hacemos de los hechos a medida de que vamos experimentado cosas a partir de esa situación vivida o de lo que, paradójicamente, vamos olvidando de él?
Hay una metáfora en "Eterno Resplandor..." que me remite perfectamente a ésto que ahora intento preguntar (porque honestamente no sé si se puede responder): Cuando el personaje de Jim Carrey intenta correr del barrido de sus recuerdos, e intenta esconderse a él y al personaje de Kate Winslet en las emociones más ocultas de su memoria. Esos recuerdos a los que no quiere recurrir. Pero esos recuerdos están ¿Qué nos hace recurrir a ellos? ¿Por qué volver? ¿Es, acaso, que nuestro presente no nos basta? No, no es eso. Es que aprendemos de los recuerdos y entendemos nuestro presente y lo que queremos de él por oposición o por igualación a esos momentos que nos han marcado. Estaría bueno poder decir que uno avanza después de esas situaciones y que ya no existe la comparación. Eso no sería cierto. Por lo menos no si creemos en el aprendizaje. No podemos probar nada "nuevo" si no hubo algo viejo que sea opuesto a eso nuevo. Y no podemos decir que esto sí es hermoso, si no hubo algo que no lo fue. O tal vez, hasta podemos saber que algo es hermoso porque eso otro también lo fue, aunque de manera distinta. Pero es la memoria. Siempre la memoria. No hablo de las prácticas, ahí no hay memoria, ahí hay disposición. Pero sí hablo de la historia. Hablo de los sentimientos. De nuestra mente y cuerpo procesando esas disposiciones y trayéndolas a nuestro presente como desglozándolas y haciéndolas racionales: el recuerdo.
Y por eso, a veces, pensamos que algo no nos movilizó tanto. Que estuvo bueno, que fue sólo por ese día, o noche. Y de pronto, un buen día, dejó de esconderse en esas emociones que lo tapaban y brotó de nuevo. Algunos empiezan a hablar más de ello como pidiéndole a los gritos que no se vaya (o hasta también, que por favor, vuelva). Pero, ¿vuelve el recuerdo o vuelve el hecho? porque lo que ese recuerdo fue en ese momento es recuerdo, hoy no sería recuerdo... Su contexto es otro y ahí, sí o sí, comenzaríamos a comparar y a tomar nuevas decisiones. Y como es difícil afrontar esas nuevas decisiones, lo escondemos, lo mandamos a dormir. Sin embargo, no se puede, no se puede contra el goce, porque el goce es lo que se nos quitó y sin embargo queda remanente. Queda latente, pidiendo por más: lo pendiente: ¿Qué hubiese pasado? ¿Qué puede pasar?: "What If?". El riesgo, siempre tomar el riesgo. La nostalgia es el sentimiento más contradictorio y romántico que existe: el recuerdo queriendo arriesgarse por dejar de serlo. Traer ese pasado al hoy y regocijarnos de nuevo, en lo viejo, que tanto "hoy" nos causa.

"Cada paso que das/puede ser tu error más grande/puede sanar o romperse/ese es el riesgo que tomás" - "What If?" Coldplay

viernes, 2 de mayo de 2008

Empalagoso


La mente, el lenguaje y la memoria fotográfica hacen cosas asombrosas cuando se conjugan. Se combinan y juegan. Nos marean y nos hacen cuestionarnos a nosotros mismos por el simple hecho de cuestionarlos a ellos mismos: al lenguaje, a nuestra memoria y a nuestra mente. Para ser más clara, a veces hay una persona a la que no vemos con mucha frecuencia, sin embargo, por distintas cuestiones, pensamos mucho en ella, y sucede, que uno no puede recordar exactamente el rostro. Se nos mezcla con el de otro, hasta el de algún famoso con un rasgo común. Y entonces sí nos concentramos en alguna parte o gesto de esa persona que nos haya llamado la atención y bang! se configura el rostro, con los rasgos y formas que (siempre creemos) ella tenga. Otra es la típica, repetir tanto una palabra que deja de tener sentido. Un nombre propio o un sustantivo, o un adjetivo. Lo que sea. En alguna de esas repeticiones pareciera que nunca la hubiésemos dicho. Claro, el lenguaje es espontáneo pero aprhendido y aprendido. Entonces no decimos más la palabra para poder devolverle la posibilidad de significar algo mediante el significante. Porque, al fin y al cabo, por eso la comprendemos, por su significante.
Como cuando escuchamos un disco nuevo de un artista que siempre nos acostumbró a algo y de pronto, decidió que se aburría de crear ella/él misma/o. Así, escuchando ese disco intentamos enfocarnos en algún gesto que nos recuerde la integridad de la obra de su creador. Un buen artista es aquel que siempre, manteniendo su sello, puede hacer cosas distintas y siempre ser reconocido como si eso que hizo, aunque distinto, fuera siempre su mismo rostro. Sólo que con otro color de pelo, o color de ojos. Porque si repite y repite, pierde el sentido de su existencia. Se disuelve la instantaneidad y espontaneidad con la que le brota la inspiración.
"Hard Candy" de Madonna, su último disco, es un claro ejemplo de cuando sucede todo eso. Como pasó también con "Medulla" y "Volta" de Björk. La primera escucha es medio molesta. Uno se para frente al equipo con una gran fe de que Madonna nos envuelva; y no. No logramos captar variaciones o sorpresas. "Es todo lo mismo". Especialmente cuando esta vez su inspiración vino de la mano de un productor y dos jóvenes maravilla: Timbaland, Justin Timberlake (los dos Timbs) y, mayoritariamente, Pharrel Williams de The Neptunes. Se ve que la cincuentona quedó prendidísima al trabajo en conjunto de los dos Timbs en el disco "Future/Sex/Love Sounds" de don JT. Y eso está perfecto. Durante más de dos décadas Madonna nos sorprendió haciendo de todos sus discos una ópera prima. Ninguno se parece a ninguno, y en todos apuesta a más. A no repetir(se). Como una especie de metamorfosis esquizofrénica. Madonna no puede repetirse. Eso sería transitar por la semiosis social sin ningún sentido cuando todo lo que hizo en su carrera fue generar significados distintos con sus producciones en distintos formatos. Videos excelentes, recitales más que contundentes, originales e innovadores. No se puede jamás esperar de Madonna algo sin sentido.
La primera escucha de "Hard Candy", no tiene mucho sentido. Parece reiterativo y monótono. Pero todo cambio tiene un proceso y todo proceso lleva su tiempo. Esta vez, Madonna, no quiso ser ella la influyente, sino ser influenciada; y se puso en manos de los dos Timbs: la apuesta fue totalmente valedera.
Es cierto que hay algún que otro tema que sí pierde matices, pero no es el caso de Candy Store, Incredible, The Beat Goes On, Spanish Lesson, Heartbeat y Voices producidas por Pharrel y, por otro lado Miles Away, Four Minutes, Even The Devil Wouldn't Recognize You y la perla del disco Dance 2night en donde es más que evidente la mano de Justin.
No cabe dudas de que "Confessions On A Dancefloor" instaló una impronta en la conceptualización de la música para la misma Madonna, apuntando claramente a lo bailable (en muchas de las nuevas canciones aparece la palabra dancefloor). Sin embargo "Confessions..." no es un disco muy digerible íntegramente, o sea, cuesta ponerlo entero para disfrutarlo teniendo en cuenta que no hay corte entre tema y tema. Cada pista por separado, es hermosa y contagiosa, pero en su completud no termina de cerrar. El disco de Timberlake "Future..." jugó con el mismo concepto y sin embargo, los interludios entre tema y tema o la gran variedad de ritmos hace que se pueda escuchar enterito y sentir los matices y riesgos que tomó este joven cuando se propuso (o no) hacer el mejor disco pop de 2006. Tal vez fue eso lo que Madonna también percibió y decidió trabajar con este equipo. Y digamos que nadie le dice que no a Madonna, excepto el nabo de Antonio Banderas.