viernes, 11 de enero de 2008

Volver al Pasado

El rito de ver películas. Hay quienes odian el DVD porque ha terminado con la cita a ciegas con la pantalla grande. Quienes están a favor del home video por su precio más económico (o ínfimo a la hora de hacer copias en una pc). Y están los dos bandos más polémicos del contingente cinéfilo: los que ven una película trescientas veces, y los que creen que como es una obra de arte, también merece la experiencia única de su exhibición y única vista.
Yo estoy en el medio. Hay muy pocas películas que he visto más de 3 veces. Me pasa como con los libros, no concibo leerlos más de una vez. Pero dentro de esas películas que he visto más de tres veces hay una que la he visto la módica cifra de 16 veces. Esa es la maravillosa historia de la Familia McFly: Volver al Futuro Parte 1.
No voy a dedicarme a contar de qué trata la película ni mucho menos, si no a halagar tres puntos que hacen que para mí, esta sea una de las películas más redondas de la historia.
Primero: los constantes guiños a la historia de la misma familia, hacen que la historia nos atrape cada vez que la vemos, porque vamos descubriendo nuevas mañas de los integrantes.
Segundo: los personajes y las actuaciones. La jovialidad y frescura de Michael J. Fox. La demencia de Christopher Lloyd haciendo del Doc Emmet Brown. Las actuaciones de Lea Thompson haciendo de su madre joven e ingenua queriendo salir de su vida de niña dulce y educada pero manteniéndose firme antes los acosos de Biff, el odiable matoncito que interpreta tan oscamente (como debe ser) Thomas Wilson. Pero la perla de las actuaciones se la lleva Jeffrey Weissman interpretando al torpe George McFly. Sin dudas, el personaje mejor logrado de la triología, con mayor protagonismo en la primera parte.
Tercero: hay dos escenas que son inolvidables, una por su interpretación, y la otra por el suspenso creado (más allá de que la película no pierde tensión en sus 108 minutos de duración). a) Biff encierra a Marty en el baúl de la banda que toca en el baile de la escuela en el cual, los padres de Marty, debían enamorarse, o él y sus hermanos, jamás habrían nacido. Al abrir el baúl, cuyas llaves quedaron adentro, el guitarrista de la banda se lastima la mano y el casi héroe de la película se presta a reemplazarlo, imporvisando una versión descabellada de Johnny B. Good. Resulta que el guitarrista de la banda resultó ser el primo de Chuck Berry y en ese momento le hace un llamado para que escuche ese nuevo ritmo. Toda esa historia para explicar, cómo se creo el tema. Y Michael Fox hace de ese escenario un estadio y se luce como si fuera Angus Young. Sin dudas, uno de los mejores momentos de la triología.
b) A las 23.04 (perdonen si no es exacta la hora), caería el rayo en el reloj de la torre que haría que Marty vuelva a su 1985. Ante los incidentes quedan con el tiempo justo. Y en el momento en que tenían que largar con el experimento, al Doc, se le desenchufa toda la instalación eléctrica. Los 3 minutos que dura la escena se hacen eternos. Y es un hecho que las 16 veces que vi la película, siento la misma tensión cuando esto sucede y el mismo alivio y felicidad cuando Marty logra partir.
Por estas razones creo que aquella triología del año 85; 87 y 90 es sin dudas una de las mejores películas que Hollywood jamás diera.

1 comentario:

La niña santa dijo...

muy linda nota, muy precisa en la información. Yo tampoco me acuerdo la hora exacta en que cae el rayo en la torre del reloj!!!! Me molesta no saber ese dato!!! Lo averiguaré.
Qué casualidad, yo estaba preparando una nota sobre Woody y vos apareciste hablando de cine también. INTERCONEXION GALACTICA!!
En breve la podrás leer in my blog where time disappears only you exist here...