"Volta" es el nuevo disco de Björk. Después de 3 años de la edición de Medulla, aquella rareza (aunque no debiera serlo) en donde la médula de la composición era la voz humana en todas sus capacidades y expresiones posibles. Aquél, no era un disco a capella, sino que se enfocaba completa e íntegramente en crear la mayor cantidad de sonidos musicales a partir de la voz.
La islandesa, esquimal, inglesa, duende habitante de los mares (vive en un barco), pega la vuelta y nos trae "Volta". En esta ocasión podemos encontrar muchas remisiones a Homogenic, su tercer disco solista (cuarto si se tiene en cuenta el disco de remixes de su segundo disco "Post", "Telegram"). De hecho, la mayoría de los temas de "Volta" suenan muy parecidos al tema "Pluto" o "Alarm Call". La mayoría de los temas de Volta suenan muy parecidos. Sin embargo, no es repetitivo, ya que como toda historia, las cosas vuelven a darse. Y esa es la sensación de este disco. Como que las cosas se vuelven a dar. No podemos pedirle a Björk (con ese nombre tan exótico) que nos vuelva a hacer un "Army of Me" o un "It's Oh! so quiet" o un "Bachelorette". Después de Vespertine, Björk se quedó sola con su voz, sola con su agua, sola con su experiencia con la música de películas japonesas. Es muy ingenuo, naif y poco arriesgado pedirle esos temas, esas melodías. Aunque estaría bueno que Volta fuera más melódico. Pero en la primera escucha esa es la sensación. Es hora de que empecemos a darle más importancia a la sensación y no tanto a lo que debería ser.
Lo trascendental del mal
Hace 11 años
2 comentarios:
Escuchar voces de otros. Hay millones. Voces de ancianos, de adultos, de adolescentes, de púberes, de impúberes, hasta de bebes.Sonidos en diferentes idiomas.
Lo esencial para un ser humano es que se manifieste al mundo contextual, la propia voz.
Si está reprimida, para desarrollarla a veces hay que aprender a gritar, a protestar a una pared, a imprecar a un mueble.
Yo no le pido nada a Björk, me interesa lo que tiene para dar. Hoy en día es una de las personalidades más creativas que se encuentran. Toda ella, desde su música hasta las uñas, es nuevo. Es creación. Lo nuevo no tiene que ser necesariamente inexistente, se trata de encontrar en la mezcla un sentido nuevo. Como en el lenguaje con la metáfora. Le estamos haciendo decir al lenguaje algo que hasta el momento no se había dicho. En Volta se puede apreciar lo mismo. Bjôrk dice lo que no dijo hasta el momento, no se repite, mezcla las cartas y da de nuevo. Y, como siempre, hasta que esa creación nueva tome forma, es necesario que pase un tiempo de acostumbramiento. El oído también necesita tiempo, nada es tan inmediato. Las primeras escuchas de un disco de una artista a quien se admira mucho suelen ser dolorosas porque el oído todavía está zumbando la musiquilla anterior. Paciencia, que nada escapa al sentido. Ni siquiera el sin sentido.
Publicar un comentario