martes, 26 de agosto de 2008

Cosecharás tu siembra


Terminaron los Juegos Olímpicos de Beijing. Los segundos de este siglo (el siglo XXI comenzó en 2001). Ahora empieza la Olimpíada. Cuatro años en los cuales los deportistas de todos los rangos entrenan batiendo récords, tras rédcords, tras récords. Presentándose en infinidad de torneos regionales, locales y mundiales para vencer a los rivales, pero más que nada a sí mismos (especialmente en el caso de disciplinas tales como el atletismo o competencias individuales).
Lo demostraron muchos atletas como Usain Bolt rompiendo el récord en los 100 mts. llanos y en los 200 mts llanos. Dejando atrás por una centésima al invencible Michael Johnson que había marcado el último récord mundial en Atlanta 96 con una marca de 9.32 segundos. El jamaiquino, además conquistó a todos con su simpatía a la hora de correr. Cuando en general se los ve demasiado concentrados como para divertir a la audiencia.
Yelena Isinbayeva, la mujer que más alto saltó ayudada por su vara: 5.05 mts. Lo más interesante de la rusa, fue que aún cuando ya había ganado la medalla de oro, siguió saltando para vencer su propio récord. Armó una carpa con sus toallas antes del último salto... y su alegría y emoción en el podio fue uno de los hechos más emotivos de las coronaciones.
El fenómeno que dejó a todos atónitos: Michael Phelps. El estadounidense logró que la atención de estos juegos se colocara en la natación. Más allá de lo sospechoso que es que se rompieran récords cada 2 minutos en cada jornada de estas competencias, es indudable que tanto Phelps como su compatriota Ryan Lochte o el croata, Milorasd Cravic, tienen un talento muy particular. El europeo no se quedó con esa última medalla del americano sólo por haber deslizado sus brazos bajo el agua, cuando Michael lo hizo por el aire ganando una milinésima de segundo. En cuanto a lo de "sospechoso" las pruebas anti dopping hablarán.

En relación a los argentinos es un honor tener un equipo que mantuvo la medalla de oro como el caso del fútbol, que se lució en algunos partidos más que en otros, pero logró vencer a Brasil y puso las mejores piezas sobre la mesa. Un equipo de básquet con un nivel de compañerismo envidiable, que le pelean un partido al Dreamteam sin su jugador estrella, el genial Emmanuel Ginobili. Con un Chapulín Nocioni que sin estar en su mejor estado físico asusta a cualquier rival. El bronce fue, sólo, porque perdieron ante Estados Unidos. Es un equipo de oro. Al igual que las leonas. Tal vez no jugaron su mejor torneo, sin embargo siguen siendo la envidia de muchísimos equipos masculinos. Se llevaron el bronce de nuevo, como en Atenas 2004, con una garra eterna, típica de la mujer que llega hasta las últimas consecuencias sin decuidar lo que pasa por el cuerpo y la mente de las integrantes del equipo.
La sopresa de Paula Pareto, quien con sólo 22 años y 1,50 de estatura, nos daba una enorme alegría el primer día de competencia llevándose otro bronce.
Y la última mención va para Walter Pérez y Juan Curuchet, los ciclistas que trajeron la medalla de oro más lograda de la historia del deporte argentino. Entrenando a puro corazón, Curuchet se despidió de los torneos olímpicos a los 43 años con lo que más soñaba. Fue clave la compañía del joven Pérez. Emocionadísimos hasta la médula subieron al podio con su primer medalla en un juego olímpico después de varias buenas performances y torneos mundiales encima.
Lo que nos dejaron estos juegos, fue la misma esneñanza de siempre: no se puede seguir teniendo al deporte como un lugar alternativo de recreación de algunos privilegiados que logran acceder monetaria y atléticamente a éste. El deporte es un lugar que genera creatividad, educación, contención social y resguardo. Estados Unidos o China no obtuvieron la cantidad de medallas que obtuvieron por azar, sino porque su delegación de deportistas gozó de una política constante y estable de esntrenamiento y soporte de parte de sus Estados, al igual que nuestro país hermano, Brasil. Deberíamos preguntarnos, también, por qué es que USA privilegia a sus deportistas más exhimios con las becas a las mejores universidades del país. Eso es un resultado de la política, no un comienzo. Creo que, una vez más, las olimpíadas dejan mucho que sembrar, esperemos que se coseche más el próximo juego olímpico.

1 comentario:

La niña santa dijo...

Hola pupi! Seguí escribiendo, no te desalientes! Contale al mundo que te mudaste y todo lo que eso significa para vos!