La Ola se ha transformado en un clásico durante la espera por el comienzo de un espectáculo. Desde su creación en la previa de los partidos de fútbol en el Estadio Azteca de México, se ha instalado en la práctica de la ansiosa multitud futbolera y musiquera. Las "Olas" llevadas a cabo en el Estadio de River Plate el 1 de diciembre pasado fueron pocas. De alguna manera, el público ya presentía que la puntualidad no los iba a permitir sufrir de ansiedad.
Todo comenzó 19.30 hs con un show entre lo descreido y lo alternativo (si es que esa combinación es posible) de el Indie por excelencia, Beck. El estadounidense dejó muy en clara su capacidad de hacer buena música, pegadiza, poco predecible y sobre todo que llame la atención de por lo menos, 25.000 de las 28.000 almas que habría en el momento en que comenzó su performance. Es lindo sentarse a esperar y que ofrezcan un show tan interesante como el que uno viene a ver. Y no tener que "bancarse" la espera. Por lo menos, no cuando lo que uno pagó no fue poca plata.
El cielo amenazaba con llover y el espantoso sonido de Beck (sonido entendido como producción y manejo de lo que sale por los parlante sy amplificadores) amenazaba con que a nadie le interese el paso del eterno niño del grunge por Buenos Aires. Pero por suerte no fue así. Fue un lujo que nuestra espera no fuera tal gracias a su música.
21.20: Ya todos sabíamos que en 10 min llegaría la banda a la que todos estábamso esperando. Puedo arriesgarme a decir que nuevamente, la espera (desde ya, título de esta nota por su recurrente aparición) nos atocigó por años. Nadie se animaba a sentenciar de por vida que no los veríamos nuevamente juntos. Pero nadie lo creía, o por lo menos tal vez no c0n una gira por Latino América y menos por Buenos Aires (no porque no sea una ciudad a la que todos los músicos no quieran ir, si no por que nosostros vivimos en ella y es esa cosa de "semi pesimismo intrínseco" de que "no vienen porque nos toca a nosotros, los que aquí habitamos", sea donde sea).
O por necesidad de hacer un llamado de atención ante la poca originalidad de las bandas de los últimos diez años, o por plata, o por melancolía de la vejez, las bandas que más han marcado las historias de muchas vidas (plurales) se han reunido y THE POLICE, no quedó afuera. Y no nos dejó afuera. Haciendo un recorrido por TODOS SUS HITS, TODOS el trío compuesto por Andy Summers en guitarra, Sting en voz y bajo (o Gordon Somers) y Stewart "Oh! Tú Único" Copeland, sonó como un sexteto o noveneto!!! Desde el comienzo con Messagge In A Bottle pasando por When The World Is Running Down y una versión super delicada y sofisticada The Wrapped Around Your Finger (clave que de la frase inical del estribillo "Wrapped around your finger" se titule por el giro que toma la frase al final de la canción) tanto el repertorio elegido como el desenvolvimiento de los tres músicos, fue cautivando al público. Y sí, aún cuando Sting reiteraba Iooo Iooo Iooo en cada canción para que lo sigamos.
Los puntos más altos de la noche fueron con Mesagge In A Battle, I Can't Satnd Losing You, Roxanne y el emblema de la banda Every Breath You Take (aunque tengan muchísimos temas que lo superen en calidad).
Sin embargo, lo mejor de la noche fue cuando, una vez que el repertorio oficial hubo sido presentado en su totalidad, Sting y Copeland se despiden de la gente y Summers queda solo en el escenario pidiendo una más (distinto a lo que testifica Página/12 que declaraba que era Sting quien hubiera hecho eso). Así el guitarrista comienza con los acordes de Next To You y el resto de los integrantes se unen a él para darle a todo el público una despedida a lo grande. Con una fuerza mucho más creible que la de las Stones y un compañerismo (por lo menos en el escenario) que no les quedó pendiente como a Soda.
Y claro, la melancolía... Tuya, mía, a los 4, a los 57. La malancolía de Sting tocando con el mismo bajo que tocaba cuando este grupo de tres ingleses marcaba una de las influencias más importantes que dejara impronta en el rock de los últimos 30 años.
Lo trascendental del mal
Hace 11 años
3 comentarios:
Rulos.
Ideal para satisfacer mi desazón por no ver a Beck.
Y muy cierto aquello de la nostalgia echando el carro sobre la música.
Me gusta leerte.
Toño.
Muy linda reseña. Más linda y completa que la mía! Es verdad, Página se equivocó, cuando leí eso dije: seguramente el periodista no fue al recital y un amigo le pasó la data. ERROR grosero no chequear la info. Me retaste porque yo no conté esa anécdota... es que me dio paja y, viste cómo soy yo... cuando hay una cámara de por medio, desconfío. Igual se notó que Summers pidió una más de onda.
A mí me gustó Every little thing..., mucho, por el tema en sí y porque lo cantamos juntas (bah, todo cantamos juntas, hasta Queen a la salida del estadio!). Es oficial: ODIO THE DO DO DO THE DA DA DA. Me parece muy boluda!
Besos!
Noooo! The Do Do Do... es el paradigma de Th Police en su máximo exponente: Estrofas hier difíciles de cantar y tararear y un estribillo demasiado pelotudoooooooooooooo! SON LO MÁS
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