Voy a ser breve. No hay mucho más que decir. Sólo quiero narrar mis emociones. Los análisis políticos sobran.
Hace dos años que no publico nada en este blog o más, y me da pena. Eso han generado las redes sociales. La gente lee lo breve, lo gráfico... Yo no soy así. Y si nadie me lee, para qué escribo. Pero esto lo voy a escribir para mí y para quienes quieran reproducirlo.
Hace menos de un mes, Mauricio Macri, el jefe del partido Pro, ganó las elecciones a Presidente en la segunda vuelta. Ganó por muy pocos puntos, por muy pocos votos. Ganó con votos que no le corresponden en un 100% así como a Daniel Scioli, su oponente, no le corresponden sus votos tampoco. Pero, eso es un ballotage. Sin embargo, a pesar de doce años en el poder -y con el desgaste que esao conlleva-, el Partido oficialista sumaba casi la mitad de los votos del electorado nacional.
Desde el 22 de noviembre, la vida de ese más de 48% no es la misma. Sí, hubo tristeza, decepción, el inicio de una autocrítica que se hizo esperar, pero de pronto, noto, por lo menos yo desde mi humilde lugar, que hubo un reconocimiento, una revalorización de todo lo que los Gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner nos han devuelto, o a muchos, entregado por primera vez. AUTONOMÍA. Siento que nos hicieron valorar la autonomía de pensamiento. No me refiero a los fanáticos, ni de un lado ni del otro, hablo de los que supimos realmente capitalizar los logros de estos Gobiernos más allá de los hechos concretos y comprenderlos como batallas ganadas a un sistema político y económico que durante años nos dijo que sólo unos pocos podían interesarse porque unos pocos podían formar parte. Ya no más. Ahora todos podemos formar parte de nuestro devenir político, en democracia. Sin necesidad de estar en una dictadura cruenta y genocida, estamos aquí, plantados para defender, defendernos, defenderlos. Por más críticas a dirigentes del Frente Para la Victoria, por más críticas a decisiones tomadas por la misma Presidenta o lo que fuere, tenemos que unificarnos en este presente AUTÓNOMO pero colectivo.
La Plaza de ayer no fue una plaza más. No fue una plaza más tampoco de las tantas que tuvimos estos últimos doce años si quiera. Esta vez, yo sentí, que la plaza fue más nuestra que nunca. Aunque no he vivido el Peronismo de Perón... Pero bueno, hablo por mi parte. Yo también puedo mirar a los ojos a personas que votaron a Cambiemos con la misma convicción que lo hacía en el Gobierno de Néstor, luego de Cristina, de doce años, y hoy siento que es más nuestro que nunca. Aunque el "Jefe" sea Macri. Hoy somos más nosotros los que vamos a plantarnos para que las decisiones sean tomadas o no. Y en nosotros incluyo a todos los argentinos. Y si no lo creen, créanlo. Si queremos que "volvamos a ser Gobierno", aprendamos de los errores, y busquemos un líder que pueda representarnos a todos. Tal vez Scioli haya mostrado sólo una parte de lo que puede dar; tal vez sea otro. No lo sé, pero sí sé que esta búsqueda de líder, de nuevos caminos aprendiendo de los errores previos debe ser firme, constante y direccionada, compañeros. Somos nosotros los que llegamos hasta acá junto a Cristina. Sigamos, no nos perdamos. Fuerza.
Mercedes Peluffo.