No sé cómo empezar esta nota. Permítanme usar muchas anécdotas personales y no abocarme tanto al análisis político esta vez.
Nunca pensé que iba a vivir algo similar a la muerte del General Perón o Evita. Resalto la palabra similar porque la muerte de Néstor Kirchner no nos deja a una inepta como Isabel Perón. Pero en cuanto a la movilización popular, es demasiado parecida. Le voy dejando un mensaje a Rosendo Fraga, el columnista de ese diario que vela contra la solidaridad popular y a favor de los intereses de quienes se aterran ante un chico negrito con pinta sospechosa que cruza la calle, o ante el matrimonio de una familia que no corresponde a los parámetros de la familia convencional: ¿le parece a usted, Rosendo, que Cristina Fernández va a escuchar sus consejos como Isabelita escuchó a López Rega? ¿Séame sincero, usted realmente, pero de verdad verdadera, cree eso? El mismo Eduardo Duhalde declaró, allá por 2003, cuando se suponía que era él quien manejaría a Kirchner que quien pensara eso, no lo conocían a Néstor y menos a Cristina.
Yo llegué de un viaje por Europa en el año 2003. Después de dos meses fuera del país con sólo 21 años, en mi vuelta, por primera vez me tocaba votar a un presidente. Mi primera elección había sido en el contexto del “que se vayan todos”. Consigna que ni siquiera con 19 años y sin tener un gramo de interés serio por la política, logró hacer ancla en mí. Y si se iban todos, quién venía. ¿Me van a decir que los que apoyaban el "que se vayan todos" eran unos pro anarcos que querían el fin del Estado y que el pueblo gobierne? Probablemente muchos de ellos sean los mismo que hoy dicen que los K lo único que hicieron por esta patria es llenarse los bolsillos, como si la política y el dinero no tuvieran correlación real.
Es en ese contexto anti política (ni siquiera apolítico), me tocaba elegir a quién iba a votar. En CQC, el último tiempo, aparecía un tipo que yo ni sabía quién era pero que sin embagro había gobernado por 15 años la provincia de Santa Cruz siendo legítimamente reelegido por su pueblo. Y a su lado, esa mujer, que siempre, detrás de todo ese maquillaje, miraba con determinación, se plantaba ante políticos y periodistas con un carácter único y aún así seduciendo, como su eterno affair con Gonzalito (quien intentaba ser el Andy Kusnetszoff de la nueva era del programa, claro que no lo logró).
Pero, volviendo, ante mi dilema, le dije un día a mi padre (vale aclarar, hoy ferviente Kirchnerista, sobretodo luego de haber fundado el ARI junto a Lilita Carrió, y salir despavorido como muchos otros luego de que ante la victoria de Néstor en 2003, Lilita por diferenciarse se trasnformó en una pitonisa pero que de pitonisa no tenía ni un pito, sino varios pájaros dándole vuelta por su redonda cabeza): "me parece que voy a votar a Kirchner" ¿Saben cuál fue la respuesta de mi padre?: “¿Pero vos estás loca?, ese va a ser un muñeco de Duhalde”. Así sentenció mi decisión de no votarlo. Idiota yo por seguir las palabras de mi padre, pero sin embargo me regocijo en que esa vez no fue
el visionario que dice ser. Con respeto, padre. Y por qué no lo fue ¿Vale la pena que me ponga a enumerar? Si lo hago es para todos aquellos que hoy no lo apoyan y sin embargo tienen la dicha de vivir en una Argentina que no es más la de 2001 y sus años precesores. Muchos hoy defenestran este gobierno, que oh, casualidad es el mismo que reacomodó este país y sigue en el poder. Amigas mías varias, pero que claro nunca se tomaron el tiempo de sentarse a leer un diario con notas en profundidad o no se ponen a ver más que los titulares de TN. Con respeto chicas, pero entonces, si están en tal grado de ignorancia y falta de análisis de la situación política y social, ¿sobre qué están opinando? ¿Sobre la realidad que ven?
Si se les habla de socialismo salen despavoridas. Quieren que todos seamos ricos en el sistema capitalista. Seguramente así como no se ponen a estudiar sobre la actualidad política, no se sentaron a estudiar qué es lo que necesita el capitalismo para sostenerse (estudiar lo digo porque personalmente creo que ya no se puede utilizar el término informar sin que eso no sea simplemente leer titulares de TN). A su vez, si se les dice que hay que redistribuir el ingreso postulan que no hay que tocarle el bolsillo al que se hizo su plata y su rancho individual. Perdonen, pero lo que se trata de tocar con la redistribución del ingreso no es el bolsillo del trabajador que cada día junta los mangos para vivir. El Peronismo y las políticas de Estado benefactor lograron darle otro tinte al capitalismo. Y me dicen a mí ilusa porque soy una socialista cristinista. Entonces se exasperan porque todo lo que se logró bajo el Gobierno de 2003 a 2007 y el actual se hizo bajo las banderas del Peronismo. Ese partido que a la vez que le da cabida a los más necesitados dentro del mapa socio político económico, le permite a los ricos seguir teniendo mucho pero con control del Estado. Teniendo que rendir cuentas, teniendo que dar parte de sus altas riquezas, que de aquellos pocos que tienen mucho en este país, es MUCHO. Y además de ser Peronistas hacen cosas que se condicen con la nomenclatura que los abarca. Horror para la clase media gataflorista que se espanta por miembros impresentables del poder ejecutivo y ese tipo de cosas y se aferran a ellas para desacreditar los cambios estructurales que este proyecto de país está consolidando. Porque esa es para mí, la primera y más valiosa herencia de Néstor: que jóvenes como yo pensemos no en gobiernos, sino en proyectos de país. Que podamos discernir un modelo de otro. Que cuando nos juntamos con amigos, si no estamos mínimamente al tanto de lo que está pasando en el país, para apoyar o para rechazar, nos quedamos afuera. Que no nos avergoncemos más de decir que apoyamos a un gobierno que tal vez no votamos, como en mi caso, pero que vamos a votar. Porque hasta hace 7 años los Gobiernos estaban del lado de los intereses que saqueaban al pueblo económica y políticamente. Por ejemplo, es interesante pensar que si una ONG ayudaba a los pobres en los 90's eran considerados héroes porque durante el neoliberalismo menemista se instaló muy fuertemente en el imaginario social, el concepto de que si el Estado lo hacía era sólo a través de algún intercambio pedorro de pancho y coca ó 50 mangos, más allá de que se haga, se haya hecho o no. Hoy y a partir de la despedida del expresidente, y la convocatoria que pudo comprobarse que supuso, me parece que ya no pueden decir más eso.
Hay quienes me preguntaron si en mi trabajo (la Secretaría de Cultura de la Nación) me obligaron a ir a la despedida del Pingüino. También hay quienes cuando vieron mi cintita negra de duelo me dijeron que era muy respetuosa ante la muerte de un ex presidente y no se les ocurrió que una chica de clase media cómoda como yo puede apoyar al gobierno: esa plaza estaba LLENA, qué digo llena, atestada de gente no organizada, al contrario de como quiso pintarlo TN, que tenía mi misma pinta, sin desmerecer a ninguna de las agrupaciones o gremios, ni a los “gronchos” que tanto aterran a los gorilas. En la cola para ingresar a Casa Rosada y encontrarse con Cristina, la gran mayoría, se podía encontrar a esas mismas personas que me vinieron con tremendos e irrespetuosos planteos. Irrespetuosos porque ante el prejuicio de clase no creen que pueda estar dolida por la muerte de quien creo que fue un modelo a seguir para quienes por primera vez se acercan a la política. Un hombre que logró que muchísimas figuras de la cultura y del espectáculo estén ahí, desde Pablo Echarri hasta el mismísimo Marcelo Tinelli quien hasta levantó su programa que mide treinta puntos de rating como mínimo por noche para acompañar al dolor del pueblo y de la familia. Florencia Peña y Andrea del Boca le agradecen por haberlas hecho acercarse a la política activamente por primera vez. Porque los Kirchner nos hicieron ver que hacer cambios es posible, que el arte de hacer las cosas posibles, es real. Además estuvieron Diego Maradona, Julio Grondona, Carlos Bilardo, el Checho Batista, Ricardo Forster, Federico Luppi y tantísimos otros.
Lo más fuerte del velatorio fueron los pequeños encuentros de Cristina con sus seguidores que le gritaban Fuerza Cristina para hacerle saber que no está sola y se lo quisimos demostrar yendo a la Plaza, poniéndonos la cintita negra en el corazón, colgando una bandera. Ella ante nuestros saludos los atajaba y se los guardaba en el corazón.
Gracias a los presidentes de Latinoamérica, de Bolivia, Evo Morales; Paraguay, Fernando Lugo quien se recuperar de una serie de quimioterapia a la que se está sometiendo en su lucha contra el cáncer; Brasil, Lula Da Silva; Venezuela, Hugo Chávez; Uruguay, José Mujica; Ecuador, Rafael Correa; Chile, Sebastián Piñera y Colombia, Juan Manuel Santos que dejaron tantos compromisos por estar acompañando al proyecto argentino como parte d euna región integrada al mundo. Que ya no se agacha ante las órdenes del FMI y de las potencias sino que oficia de socia y de mediadora como ante el intento de golpe de Estado en Ecuador. Correa se demostró muy dolido al encontrarse con Cristina.
Los saludos de Chávez y de Lula fueron los más íntimos. Pero quiero destacar que mientras el establishment nacional y los medios intentan pintar a Brasil como el modelo latino a seguir por su recuperación económica, siempre intentaron enemistar a los Kirchner con Lula, inventarles peleas, plantadas, y nunca más lejos. El presidente de Brasil estaba totalmente involucrado con la campaña de su compañera Dilma Rouseff quien espera el ballotage. Sin embargo, este hecho, para Lula, no podía esperar. Ahí tienen como se enfrentaron.
Para ir cerrando, porque podría seguir eternamente, querí decirles a todos aquellos que tienen algún "pero" y que no se animaban a terminar de decir que apoyan a este gobierno, les aviso que los medios están en pausa. Ahora Cristina no es más una yegua soberbia sino una diosa de la fuerza y de la entereza, consolando a quienes lloran más que ella ante el ataúd de su esposo y compañero de ideas y vida, es el mejor momento para aceptar que se puede estar del lado de quienes nos representan. Dejemos de lado el modelo de los 90's en donde no podíamos hacer nada. Ahora -lo que a tantos aterra y les parece retro- estamos un poco más del lado de las movilizaciones de los 70's pero mejor porque son movilizaciones en apoyo al gobierno sin olvidarnos de que hay mucho más por hacer. Como una política ambiental y ecológica activa y firme, la legalización del aborto, más avances en la eliminación de la indigencia y la lista sigue. Por lo menos en mi caso, Cristina me convenció por el Gobierno, no me prometió nada, sino que lo que fue haciendo me convenció. Y en esa foto estaba Néstor al que siempre admiré por como ponía el cuerpo metafórica, pero más importante, literalmente. Que se tiraba sobre la gente, que los besaba, que los tocaba, que se dejaba tutear y nombrar, no como el innombrable de la década de los 90's que parece sobrevivir a todos. Pero que lo nombramos porque ya no le tenemos miedo a él y a la política que desvastó este país: Carlos Saúl Menem. Kirchner dejó la vida como puso el cuerpo todo estos años. Y eso es la militancia, eso es entregarse a lo que uno cree, no dejarlo de hacer cuando uno está en el lugar que quería llegar. Una vez ahí hay que transpirar, llorar, gritar, confrontar, consolar y emocionar. Eso es Néstor Kirchner en carne viva. Y su figura, su presencia y sus abrazos a todo el pueblo, es en donde siempre va a vivir.
Néstor Kirchner 1950-2010