viernes, 27 de enero de 2012

Los días políticos



Si el título de la última película de George Clooney se hubiese respetado en su traducción, probablemente, nos daría pistas más claras en torno a lo que sucede en la trama de esta cinta.
The Ides Of March históricamente es el nombre con el que se refiere al día 15 de marzo dentro del calendario Romano. Ese día, Julio César fue apuñalado hasta morir en el Senado por un grupo de conspiradores bajo el mando de Brutus, uno de los aliados de mayor confianza del líder romano. A partir de esto, fue expulsado de Roma.
Algo así es lo que pasa en Secretos de Estado (título vacío si los hay luego de esta recontextualización histórica). La película busca retratar la cocina de las campañas políticas estadounidenses. Sin embargo, lo que hace tan atrayente a The Ides of March es el tratamiento que se le da a la política a través de la seducción, de la intimidad y cómo juegan esos aspectos en la construcción de poder.
El argumento de la película se desarrolla durante la campaña para las primarias presidenciales dentro del partido demócrata. El Gobernador de Pennsylvania, Mike Morris (George Clooney) pelea por la nominación para candidato contra el Senador de Arkansas Ted Pullman. Morris tiene en su equipo a Paul Zara (el gran Phillip Seymour Hoffman) como jefe de campaña y a un jovencito buenmozo pero experimentado como segundo de Zara, Stephen Meyers (Ryan Gosling). El comienzo de la película describe los vínculos entre ellos tres, cómo se manejan con la prensa (Marisa Tomei personifica al estereotipo de periodista con el que tienen que lidiar los integrantes de un equipo de campaña, como siempre, perfecta) y se centra en destacar el respeto y convicción de Meyers sobre su jefe, Morris. Meyers está seguro de que esta vez, encontraron al candidato demócrata que realmente cambie la política norteamericana después de Kennedy.
Hasta ahí tenemos la etapa inicial de la película. Claro que hay una rubiecita (la intimidante Evan Rachel Wood) que se involucrará sentimentalmente con Stephen, y de hecho, uno se pregunta, ¿hacía falta este personaje? Y la película tiene un guión tan redondo que ese personaje es el detonante para todo lo que viene después: una seguidilla de situaciones límites en donde Stephen se juega el puesto y todo por la campaña y que comienzan a complicarse luego de que Meyers se reúne con el jefe de campaña del contrincante, Tom Duffy (Paul Giamatti), grave error dentro de una campaña. De ahí todo es desilusión y estrategia política.
Las mejores escenas de la película son: la primera, cuando Meyers se dirige al estrado del debate que se llevará a cabo entre los dos candidatos demócratas y repite unas líneas del discurso de su jefe. Todo es silencio, las luces están apagadas excepto la del estrado, de pronto, empiezan a aparecer las cámaras, el productor y otros personajes. La lectura que se puede hacer de esta escena es que todo candidato se apoya en su equipo de campaña, allí está todo su potencial, y sin el márketing político, poco queda por ganar.
La otra es cuando Morris cita a Stephen, luego de que todo estalle, a un encuentro privado en la cocina de un bar. Esa escena, no podía darse en otro lado, justamente, porque la charla que mantienen allí es la preparación del plato principal. Se dan la receta de cómo tienen que ser los pasos de preparación para que todo salga perfecto. Y sobretodo, se evidencia, como un mínimo error personal de un candidato puede costarle toda su carrera política, y en pos de ella, usa los ingredientes menos deseados. Y a su vez, el mismo tipo de error, le puede costar lo mismo al joven asesor.
Las actuaciones de todo el elenco son de destacables a supremas, el guión de Billy Wilder logra connotar toda la tensión de lo político en cada instancia de su desarrollo y, desde ya, Clooney se consolida como un muy interesante director de cine. Hay algo de El Padrino encerrado en la trama de la película: similar a Michael Corleone, Meyers va dejando su inocencia para generar un plan digno de un gran estratega.
Sintetizando, la política en esta cinta está retratada perfectamente: una herramienta para hacer las cosas posibles, siempre con doble filo. En donde los principios son lo primordial pero no son condicionantes para lograr una elección victoriosa. El poder (no necesariamente entendido como algo malo) está presente en cada escena de la película seduciendo a cada uno de sus personajes para algún fin o el mismo: llegar hasta donde uno quiere.

lunes, 16 de enero de 2012

Puesto 5: Madonna

Nadie, reitero, nadie puede discutir que esta mujer, ícono, creadora de algo que nunca más nadie pudo igualar, esté en el puesto 5. No tengo mucho más que argumentar después de haber hecho un análisis "enfermamente" obsesivo de todos sus discos de estudio relacionándolos con todas las etapas por las que atravesaba ella, el mundo y la industria musical. Pero diré algo, muy breve.
Madonna no fue la primera en imponer un estilo, no ha hecho grandes discos y revoluciones musicales de lo que es "la música" propiamentedicha. Pero nadie ha perdurado en la historia de la música de difusión masiva como lo ha hecho ella.
Constantemente se ha querido hablar de rey y reina del pop, dejándole el título masculino a Michael Jackson, pero más allá de lo defendible de Michael (su grado de influencia con sólo 4 discos buenos y dos o tres giras mundiales memorables) Madonna se ha ido superando año tras año, disco tras disco, gira tras gira en un crecimiento sólo comparable con el de los Beatles (salvando distancias). Ni hablar del legado de mujeres y muchachas que han sido influenciadas por ella en sus carreras. Incluso hombres como Robbie Williams.
Los formatos de sus giras mundiales han sobrepasado los límites del "pop" hasta llegar a bandas de rock. No porque haya sido la pionera: el Genesis de Peter Gabriel también había hecho esto antes o los shows del mismo Peter Gabriel durante su carrera solista (Secret World Tour de 1993 y Growing Up tour de 2003). Pero a partir del Blond Ambition de 1990 las giras de distintas bandas o cantantes comenzaron a integrar mucho más números coreográficos y teatrales en sus formatos.
Además de lo que se refiere a la industria musical, Madonna ha sabido combinar vida privada, profesional, ideología y fama de una forma única. Muchos artistas terminan devorados por la fama (como le pasó a Britney Spears o a Kurt Cobain), sus posturas políticas o declaraciones con respecto a temas sociales no tienen coherencia y sus producciones no logran prender en el público con el paso del tiempo. Nada de esto le pasó a esta mujer, que supo apropiarse de la sexualidad femenina de una forma en que el mercado no está acostumbrado y que la cultura occidental no suele permitir. Madonna es una mujer, con un nombre de santa, que disfruta de sus sexualidad, hace dinero con ella, pero no es ninguna "puta" y eso no les gustó nunca.


Acá empezó todo: Madonna con 25 años cantaba Like A Virgin en vivo en los Video Music Awards de 1984. Vean sus gesticulaciones y como, hacia el final del número, simula estar fornicándose al tul del vestido de novia.


Sooner Or Later del disco I am Breathless de la banda de sonido de la película Dick Tracy. Una de las mejores performaces de Madonna.


La emoción de verla en vivo se refleja en esta versión en vivo de Like A Prayer en Buenos Aires durante las 4 fechas que hizo en River en 2008. Fue una gran fiesta Gospel Rave.

Discos: Like A Virgin; True Blue; Like A Prayer, I Am Breathless, Immaculate Collection; Erotica; Bedtime Sotries; Ray Of Light, Music, American Life y Confessions On A Dancefloor.
Nota: Mi tesis sobre Madonna se basa en sus presentaciones en vivo. Es demasiado difícil elegir menos de 10 presentaciones, ya que en todas ellas justifica el lugar que tiene en este ránking muy personal, pero no por ello menos criterioso.

viernes, 6 de enero de 2012

Puesto 6: The Who

El rock ha sufrido muchísimas alteraciones en relación a qué es lo que suena como rock. Digamos que el término rock, en los últimos 30 años, ha sido altamente influenciado por el pop, que comenzó a abarcar la difusión musical al punto que bandas como Metallica, pertenecientes al heavy metal y hard rock, compusieron baladas como Nothing Else Matters o The Unforgiven. Esa baladas son baladas rock, pero digamos que el rock per se no conoce mucho de baladas. Cuando Elvis cantaba rock, cantaba rock y cuando no, cantaba baladas. Los Beatles, probablemente, hayan sido la primera banda de rock en ser pop. Pero entonces, ¿qué es el rock? Si yo tuviese que definir a este género musical con una banda elijo a The Who. Por tres razones: 1) sus cuatro integrantes tenían la cuota necesaria de ego, virtuosismo y carisma 2) todo lo que suene a rock (rock) hoy en día, suena a The Who 3) Su baterista, Keith Moon.
Desde la guitarra de Pete Townshend, pasando por los dedos locos de John Entwistle, la onda de Roger Daltry para cantar y pararse en el escenario y el desorbitante conjunto de ritmos lunáticos que salían de Keith Moon (luna en inglés) esta banda es el signo en lugar del concepto. El sostén creativo fue siempre Townshend, sin embargo, sin ninguno de los otros integrantes The Who hubiese sido lo que ha sido y ese es uno de los pilares del conjunto de rock. Es por eso que bandas como Coldplay no terminan de ser rock. Sin Chris Martin o, como mucho, Will Champion, su batero, no se notaría el cambio. Otro ejemplo de la importancia de la personalidad de sus integrantes en la conjunción del grupo en el rock fue Queen en donde, aunque el líder y vocalista era irremplazable, si se cambiaba alguno de los otros tres integrantes, la banda, no hubiese sido lo que ha sido. Por ello, este es un factor clave del rock: la BANDA de rock. The Who ha sido un referente de ello. Por lo menos, hasta la triste muerte de Keith en 1978 por sobredosis de Clometiazol, sedante que se le había recetado para consumir con supervisión médica por los síntomas por los cuales estaba atravesando como consecuencia de su abstinencia al alcohol. El más grande baterista de la historia del rock según este blog. The Who (y permítanme hacer mención a The Kinks) ha sido la banda más representativa del rock (del rock más puro, ni sinfónico, ni progresivo, ni hard rock). Sus shows en vivo rompiendo todo (metafórica y literalmente) son prueba de ello.

Discos: My Generation; Tommy, Who's Next?, Quadrophenia; Who Are You?


Hasta el lanzamiento de la ópera rock, Tommy, Roger Daltry estuvo buceando en su tarea interpretativa. See Me, Feel Me es la clara muestra de como se encontró.


Won't Get Fooled Again. Todo su esplendor: dedos locos en el bajo, revoleo de brazos en la guitarra, toda la onda en el frontman y la demencia rítmica de la batería.